Leyes fundamentales del funcionamiento del cuerpo
Cada día realizamos tareas, trabajos, y ejercicios sin saber cómo repercutirán sobre cada uno de nosotros.
Está claro que cada uno de nosotros no realizamos las mismas tareas durante el día; y de realizar las mismas, no las realizaríamos de la misma manera o siguiendo los mismos pasos. De igual modo, no todos somos iguales y no tenemos la misma fisionomía. Pero...¿cómo repercute todo esto sobre nosotros?
El cuerpo humano es una maquina perfecta, tan perfecta que si uno de los componentes de esta mecánica se rompe es capaz de seguir funcionando a través de una serie de compensaciones. Es decir, existe una solidaridad entre las piezas de la maquinaria para conseguir un fin, aún faltando la función de una de las partes.
Esta maquina funciona siguiendo unas reglas esenciales:
- Confort (la ausencia de dolor)
- Economía (conocida también como "ley del mínimo esfuerzo")
- Equilibrio
De acuerdo con estas pautas, demos un ejemplo:
Imaginemos que caminando, una piedra se introduce en nuestro zapato.
- Siguiendo la regla de Confort; vamos a seguir caminando buscando una posición en la que exista una ausencia de dolor (una posición antálgica).
- Según la regla de la Economía, vamos a buscar el apoyo en nuestros músculos mas fuertes y en nuestro sistema de fascias y tejido conectivo elástico para ahorrar energía.
- Y siguiendo la ley del Equilibrio vamos a colocar nuestro cuerpo (más bien nuestra mirada) en una posición horizontal.
Todo esto va a llevar a una serie de cambios de posición y de puesta en tensión de tejidos que nos van a afectar en función de la intensidad del estímulo doloroso y del tiempo mantenido del mismo.
Según esto, ¿es útil la ingesta de analgésicos para eliminar el dolor provocado por "la piedrecita"? ¿o es preferible la búsqueda de ese elemento que ha perturbado nuestro equilibrio?
En los países desarrollados el consumo de analgésicos ha aumentado (principalmente en EE UU, Australia, Canadá, Nueva Zelanda y Europa). Según las estadísticas, el 10% de la población toma el 90% de los analgésicos producidos.
Pero ¿está esta ingesta justificada? o ¿simplemente bloqueamos la señal del dolor para seguir la primera de las leyes dadas?
En el caso de un incendio que hace sonar una alarma ¿apagamos el sonido para no escuchar ese ruido? ¿o sería mejor apagar el fuego?
Esta, es una reflexión para todas aquellas personas, que aún siendo jóvenes, padecen de algún dolor; en los que la prevención de problemas musculo-esqueléticos debería de ser la primera y mas importante de las reglas.
Y en caso de que le prevención falle, puede que los analgésicos no sean la solución; acuda a un especialista cualificado para la evaluación de desequilibrios musculo-esqueléticos
